Cíntia Gil: “MiradasDoc me parece un acto de resistencia”

La directora de DocLisboa destaca el interés del Festival de Cine Internacional de Guía de Isora en defender el documental de autor.

cintia_gil_presidenta_del_jurado_del_concurso_internacional_de_largos_y_cortos_de_miradasdoc_2013_“MiradasDoc, sobre todo, me parece un acto de resistencia grande”, asegura Cíntia Gil, directoras del Festival de Documentales de Lisboa, que se encuentra en MiradasDoc para participar como jurado que concederá los premios al mejor corto y mejor largo documental. La realizadora portuguesa argumenta su afirmación: “por las condiciones en las que se está en España en estos momentos, porque la cultura está afectada por los recortes”.

“Lo más importante es que MiradasDoc tiene un punto de vista de documental de autor, y eso es lo que hay que defender ahora mismo. Me parece importante, sobre todo, que siga un festival así, característico por su rigor y por tener una programación que atrae una mirada particular”, dice. Para Gil, la “línea editorial de MiradasDoc no es cerrada, porque tiene una programación abierta, en la que puedes encontrar cosas distintas, pero al mismo tiempo se ve que hay un criterio, que la programación tiene un dibujo”.

Ese “dibujo” que aprecia en la selección de películas que integran la sección oficial del Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora “tiene que ver por un lado con películas en las que la idea de documental es muy fuerte, es decir, la distinción entre documental y el reportaje”, pero, sobre todo: “hay autores, hay películas que tienen un autor, que tienen una idea de cine, que son más o menos frágiles o en algunas puede apreciarse que tienen limitaciones de producción, pero eso no es tan importante, lo destacable es que tienen una idea del mundo”.

La directora de DocLisboa destaca también que MiradasDoc ofrece “una representatividad muy amplia, una presencia importante no solo de España y países próximos, sino de países lejanos”.

Los festivales de cine y las televisiones “saben que van a tener que adaptarse” ante el vigor del documental de autor, “uno de los géneros más fuertes en el cine actualmente”, dice Gil, que señala cómo en el panorama europeo se advierte el aumento del peso del documental en el cine: “está ganando una importancia en Copenhague, París, Marsella o en festivales, como en Venecia”, señala.

Este crecimiento supone un reto para las televisiones, que, a juicio de la integrante del jurado internacional de MiradasDoc, “están perdiendo terreno; claro, es un negocio que no depende del cine de autor, pero ahora mismo, lo que está marcando el cine europeo no es la televisión, ni los documentales de televisión”.

A falta de televisión, el punto de encuentro de los documentales de autor con el público lo constituye de forma creciente las salas, los festivales, indudablemente, y también Internet. Por este motivo, DocLisboa participa en Doc Alliance, una iniciativa que nace de la colaboración entre siete festivales de cine documental europeos: CPH:DOX Copenhage (Dinamarca), DOK Leipzig (Alemania); FID Marsella (Francia); Jihlava IDFF (República Checa); Planete Doc Film Festival (Polonia) y Visions du Réel Nyon (Suiza).

La alianza nace con la intención de apoyar de forma sistemática al cine documental, ofreciendo a realizadores y productores formas alternativas de distribución a través de su portal en Internet, www.DAFilms.pt, que ya cuenta con sitio web con “un catálogo enorme de documentales europeos”, o a través de los festivales integrantes de la propia alianza. Además, Doc Alliance promueve entre sus principales proyectos un premio propio que se concede a una película entre una selección aportada por cada uno de los festivales integrantes de este grupo.

Gil, que forma parte de la APORDOC (Asociación Portuguesa para la Dirección de Documentales) y que tiene una intensa trayectoria como investigadora del sector, señala que el cine portugués “tiene una relación muy fuerte con su presente, con la realidad, pero también no muy directo, no hace un análisis sociológico muy directo” y cuenta con un público interesado. Las cifras lo cuentan de otra manera: DocLisboa cuenta con un público de alrededor de 30.000 espectadores y este año se han programado 45 películas portuguesas; sin embargo, la situación económica también amenaza al cine en Portugal.

Para resistir, “nosotros lo que hacemos es no perder el rigor y la exigencia, al contrario, nos ponemos más críticos y eso requiere un esfuerzo muy grande, una creatividad enorme y la implicación del público”. De esta forma, “claro, es una gestión muy complicada e imprevisible, porque además las noticias de recortes son diarias”.

Pero DocLisboa continúa, gracias a un contrato de tres años con el Gobierno portugués, y la participación de líneas de financiación europeas y de la alcaldía de Lisboa. Mientras se negocia la renovación de ese contrato trianual, que concluye en 2013, para garantizar la edición de 2014, el cine portugués se enfrenta a los operadores privados de televisión, que se niegan a pagar las tasas por publicidad que el Gobierno portugués ha extendido de las televisiones generalistas a las de suscripción y con las que pretende financiar el cine.

“Si no pagan, no hay dinero y si no hay dinero, no hay nada, el cine se va a morir”… porque “todo depende de la voluntad de los gigantes económicos”. La esperanza para DocLisboa no se pierde, sin embargo: ser el segundo festival de documentales con más público de Europa “es un argumento importante”.

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