El Ayuntamiento cierra al público los accesos a la zona como medida de seguridad. La obra forma parte del importante plan de recuperación de la costa entre Alcalá y Varadero, con una inversión de 485.000€.
A partir de este jueves, los accesos a la zona de Punta Blanca, situada entre la playa de La Jaquita en Alcalá y Varadero, estarán cerrados al tráfico y a los viandantes con motivo del inicio de las obras del paseo que conectará ambas localidades.
El Cabildo, a través del área de Cooperación Municipal, y el Ayuntamiento de Guía de Isora, realizarán los trabajos de conservación y acondicionamiento de este sendero. El presupuesto de esta actuación, que asciende a más de 485.000 euros, está financiado en un 80% por la corporación insular y en un 20% por la local.
El proyecto se divide en cinco fases. Las dos primeras se enmarcan en el Plan de Cooperación Municipal 2014-2017, y van a consistir en el desbroce, limpieza y nivelación del camino actual en los tramos más abruptos, para proceder a la repavimentación del mismo con asfalto adecuado al entorno.
“Con estos trabajos, pretendemos mejorar la seguridad y el tránsito de los vecinos y visitantes de la zona. Sabemos que limitar el acceso puede resultar incómodo para quienes frecuentan la zona”,señala el alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín, “pero es necesario hacerlo así ahora para que en el futuro cualquier persona pueda ir caminando o en bicicleta y disfrutar de la mayor parte del litoral isorano que, poco a poco, estamos recuperando para uso público”.
La longitud total de esta primera actuación es de 2.000 metros, aproximadamente. Las capas de acabado serán aptas tanto para el tránsito de los peatones como para el tráfico rodado puntual de vehículos de emergencias, policía, servicios de limpieza y mantenimiento.
Las tres fases restantes del proyecto serán ejecutadas por el Ayuntamiento. La tercera fase consiste en el acondicionamiento de una senda deportiva de tierra compactada, adosada al camino; la cuarta fase contempla la limpieza de calas, añadiendo vegetación autóctona y restituyendo zonas deterioradas por los usuarios. La quinta y última fase plantea la ejecución de tres miradores de unos 150 metros cuadrados de superficie cada uno, con pavimento de tarima de madera; y la instalación de mobiliario urbano como papeleras, bancos, barandillas de madera en aquellas zonas cuyo desnivel es importante.
Está previsto que el próximo lunes 13 el consejero de Cooperación Municipal del Cabildo de Tenerife, Aurelio Abreu, visite la zona donde comenzarán los trabajos que está previsto que duren 6 meses.