El Ayuntamiento cede al Obispado la nueva capilla de la sala velatorio para uso como templo provisional en Alcalá

El edificio fue inaugurado el sábado 5 de marzo por el alcalde isorano y el obispo de Tenerife, tras la firma de un convenio entre el Ayuntamiento y el Obispado Nivariense que permitirá usar la capilla en tanto no se construya el nuevo templo parroquial de este pueblo.

inauguracioncapillaalcala_5_mar_2011_10La comunidad cristiana de Alcalá dispone, desde el pasado sábado 5 de marzo, de un nuevo recinto para celebrar su actividad religiosa, después de que se produjera la inauguración oficial y posterior bendición de la nueva capilla de la sala velatorio municipal de este núcleo costero isorano, acto que fue presidido por el alcalde de Guía de Isora, Pedro Martín Domínguez y por el obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso, acompañado por el párroco del pueblo, Julián Cabrera. A dicho acto asistieron además varios ediles de la Corporación municipal, quienes estuvieron acompaños de un nutrido grupo de vecinos.
Cabe resaltar que el antiguo templo parroquial de Alcalá quedó en desuso en febrero de 2006 por la amenaza de derrumbe que advirtieron los técnicos, viéndose obligados a trasladar los actos religiosos a un salón existente en la casa parroquial, que no reunía las mejores condiciones para las celebraciones.
Pedro Martín se congratuló de que por fin el Ayuntamiento pudiera poner a disposición de la comunidad cristiana de Alcalá la nueva capilla cuyas obras finalizaron en los pasados días e indicó que “quizás este no sea el espacio que todos esperamos” para el templo parroquial de Alcalá, indicando que “se trata de un espacio digno para poder cubrir una demanda de una parte importante de la sociedad alcalanera, ahora que no podemos disponer de nuestra tradicional iglesia.” El regidor isorano recordó que la capilla de Alcalá fue concebida en un principio como lugar para las misas de despedida de los difuntos ya que se ubica justo enfrente del velatorio municipal y apuntó que “no imaginábamos que inicialmente se convirtiera también en la iglesia de Alcalá”. En este sentido Pedro Martín abogó porque este periodo fuera breve al tiempo que hizo un llamamiento a la unión de de todos los vecinos, junto al Obispado y los colectivos parroquiales “para conseguir el nuevo templo que ya requiere Alcalá y su patrona, La Virgen de Candelaria, que es patrimonio de todos”. El regidor isorano trasladó a los presentes su enhorabuena e indicó que “disponemos de un nuevo espacio público, en este caso para el culto, pero también para el encuentro de nuestra comunidad, que es la cristiana, pero también la isorana y alcalanera.”
Tanto el párroco de Alcalá como el obispo de Tenerife agradecieron a todos los que colaboraron para que la capilla entrara en funcionamiento y en especial al Ayuntamiento por su esfuerzo para atender esta demanda de la comunidad cristiana. Tras recibir de forma simbólica las llaves de la capilla de manos del alcalde isorano, el obispo, Bernardo Álvarez, recordó que se trataba de la ejecución de un convenio mediante el cual el Ayuntamiento cedía en uso la capilla al Obispado para que funcione como templo parroquial en tanto no se construya el nuevo en el lugar donde se asienta la vieja iglesia en la actualidad que tendrá que ser demolida.
Tras la inauguración oficial a las puertas del edificio, se accedió al interior y se celebró una misa, durante la cual se procedió a la bendición oficial de la capilla por parte del obispo de la Diócesis Nivariense. En su homilía Bernardo Álvarez explicó que ya se habían resuelto los problemas de calificación de suelo en el planeamiento municipal y que ya se tenía el visto bueno de la Cotmac para el proyecto de construcción del nuevo templo que incluye una zona comercial en los bajos.
La capilla se construyó en una parcela del mismo solar donde se encuentran la Escuela Infantil Costa Isora, la sala velatorio y una amplia zona de aparcamiento público en la calle Agando, en la zona de acceso a La Cumbrita en Alcalá. El edificio, de una sola planta, dispone de un total de 190 metros cuadrados distribuidos entre el salón, el escenario, la sacristía y el almacén. La capacidad de público del recinto supera las 200 personas. El proyecto técnico fue redactado por el arquitecto Nehemías Herrera y contó con una inversión municipal de unos 180 mil euros.
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