Los fuegos artificiales pusieron el broche a una noche de tradición en el núcleo isorano
Como cada 15 de agosto, el pueblo alcalanero vio desfilar a su patrona, la Virgen de Candelaria, a hombros de sus fieles. La procesión, que comenzó poco después de las 22:00 horas, discurrió por las calles del núcleo costero hasta llegar al muelle, donde la sección de folklore de la Escuela Municipal de Ocio y Deportes de Guía de Isora llevó a cabo una actuación en la que interpretaron canciones y bailes típicos.
El broche a esta noche tan esperada por tantos lo pusieron los fuegos artificiales. El espectáculo pirotécnico, que brotó del mar y duró alrededor de treinta minutos, iluminó el cielo alcalanero y asombró a los allí presentes con su explosividad y colorido.
Cuando cesó el despliegue de luces, se calló el estruendo y solo quedó el humo y la alegría en la atmósfera, se retomó el recorrido procesional hasta la iglesia, a donde se devolvió la imagen de la morenita.
La alcaldesa, Josefa Mesa, agradeció la labor de la comisión de fiestas y felicitó a todo el personal implicado en la organización de las mismas.