El pasado viernes 16, durante la gala de elección de la Reina de las fiestas patronales, el alcalde isorano le impuso la medalla de Hijo Adoptivo a Víctor Alfayate.
El que ejerciera como veterinario comarcal en los municipios de Guía de Isora, Adeje y Santiago del Teide entre 1959 y 1990, Víctor Alfayate Martínez, natural de León pero con residencia desde su llegada a Tenerife en el municipio isorano, es desde el pasado viernes 16 de septiembre Hijo Adoptivo de Guía de Isora, cuando durante la gala de elección de la Reina de las fiestas patronales le fue impuesta la medalla y entregado el pergamino que lo acredita como tal, objetos que recibió de manos del alcalde de la localidad, Pedro Martín.
Con el citado acto protocolario se dio cumplimiento al acuerdo adoptado por unanimidad por el pleno del Ayuntamiento en su sesión del 9 de agosto de 2016 como conclusión del expediente de honores y distinciones abierto bajo la instrucción de la concejala de Cultura isorana, Lorena Medina, con el fin de reconocer la labor durante muchos años del que fuera -además de veterinario comarcal- depositario municipal, representante de Sanidad o maestro en núcleos como Chío o Tejina de Isora.
En su discurso antes de imponer la medalla a Don Víctor, Pedro Martín indicó que “hoy queremos reconocer el trabajo de una persona que ha sido mucho en momentos difíciles para Guía de Isora” recordando que fue “maestro de escuela cuando nadie quería venir a dar clase a este pueblo”, “veterinario distinto a los de hoy, que no atendía a las mascotas, sino a animales necesarios para sobrevivir” en referencia a la cabaña ganadera de la época. Martín apuntó que “nombrar Hijo Adoptivo a Don Víctor no es otra cosa que dar carta de naturaleza a algo que ha sido siempre: un isorano del que nos sentimos orgullosos”.
El homenajeado, visiblemente emocionado, agradeció la distinción del que ha sido su pueblo desde 1959 cuando se estableció en el municipio isorano y recordó como uno de sus logros el que en su momento fuera el único matadero comarcal que se construyó en la región, que estuvo funcionando con sede en Guía de Isora hasta principios de los años 2000 y que en su momento prestó un importante servicio en la zona.
BIOGRAFÍA Y MÉRITOS.-
Víctor Alfayate Martínez es el mayor de cinco hermanos de una familia de agricultores nacido el 5 de noviembre de 1925 en Santa Colomba de la Vega, un pequeño pueblo de la provincia de León donde vive durante su niñez. A pesar de la pobreza y las consecuencias de la guerra civil española, su familia hace un gran esfuerzo y lo envía a la universidad de León donde se gradúa como veterinario y maestro de primaria.
Finalizado el servicio militar se reengancha como teniente durante 3 años, desplazándose en 1959 hasta Tenerife, donde ejerce de veterinario interino de los municipios de Adeje, Santiago del Teide y Guía de Isora, plaza que obtendrá como titular en 1975 tras aprobar la oposición. Desde su llegada a la isla fija su residencia en Guía de Isora, donde se casa 1961 con su actual esposa, Rosario Casañas González.
Entre 1966 y 1968 compagina su labor de veterinario con la de maestro y cubre vacantes en las escuelas de Tejina y Chío. Desde 1962 comienza a ejercer como depositario municipal, cargo que desempeña de manera abnegada y de forma ininterrumpida hasta su jubilación en 1990, años en los que también ejerce como representante municipal de Sanidad.
En el ejercicio de sus funciones públicas consigue la construcción del Matadero Comarcal en Guía de Isora, instalación que contribuyó al desarrollo y consolidación de un sector comercial muy presente en los tres municipios donde ejerce Don Víctor, cuya labor fue crucial en unos años donde la cabaña ganadera fue fundamental tanto en explotaciones de cierto volumen como en las domésticas que existían en la comarca.
Desde 1991 participa activamente de la vida social del pueblo, especialmente en la parroquia, como miembro de la Hermandad del Santísimo, en el Consejo Pastoral como presidente del Consejo Económico o en labores de asesoría en el proyecto de construcción de los salones parroquiales de Guía de Isora, infraestructura clave para el desarrollo pastoral y social en el pueblo.
El papel activo de este hombre ha sido fundamental para la sociedad isorana, tanto en su trayectoria profesional como personal. Esto queda además avalado por numerosas adhesiones de colectivos sociales del municipio, incluido un informe de los que fueran sacerdotes responsables de la Parroquia isorana, Don Rufino Pérez de Leceta y Don Carlos Arceniega.