La represión franquista, los años de la emigración o el cambio que supuso dejar el campo para trabajar en los hoteles. Estos y otros temas han salido a la luz en un taller municipal de escritura creativa que ahora será representado teatralmente.
Unas 20 personas. mayoritariamente mujeres, de entre 40 y más de 70 años, han participado durante estos meses de un taller de escritura creativa organizado por la Concejalía de Igualdad que ha permitido recuperar la historia no escrita de las mujeres isoranas. Muchas de ellas habían tenido un contacto mínimo o nulo con la escritura y han terminado relatando episodios sus vidas o de las otras mujeres de sus familias.
“La mayoría de estas mujeres no tuvo infancia, no fueron niñas porque la situación les forzó a trabajar desde muy pequeñas, impidiéndoles en muchos casos ir a la escuela”, explicaba Felicidad Batista, escritora y coordinadora del taller. “Una de las participantes; Angelina, nos contaba que desde los 6 años llevaba ella sola la leche desde la costa hasta las medianías de Guía, y todas las historias que le ocurrían en el camino”.
“Algunas de las mujeres que empezaron el taller se negaban de entrada a escribir pero han acabado llenando cuadernos”. Es el caso de Luci, una de las participantes más jóvenes que acudió sin intención de narrar, solo acompañando a sus padres, y al final escribió, no una, sino varias historias. También encontramos a mujeres como Mari Carmen y Carmen Rosa, Tere, Olimpia, María, Montse, Laly, o Juana, entre otras, que no tuvieron reparo en compartir sus experiencias y recuerdos de infancia en Guía de Isora.
Confluyen en estos relatos vivencias de la emigración de mediados del siglo pasado a Venezuela con experiencias de la nueva emigración económica a países más cercanos como Reino Unido o Luxemburgo.
A través de la palabra escrita muchas han podido canalizar la frustración sufrida cuando comenzaron a trabajar en el turismo en los años 70 y fueron rechazadas por sus vecinos. “Algunas querían trabajar en los hoteles porque se ganaba más, pero eran discriminadas y estaba mal visto social y moralmente que una mujer se dedicara a esta sector”, confiesa la profesora del taller.
“La escritura también ha servido como terapia, como forma de expresar historias que estaban latentes pero que no habían encontrado una vía de salida tan sencilla y a la vez tan complicada” afirma la profesora, poniendo como ejemplo a ese mismo matrimonio de septuagenarios que inicialmente no estaba dispuesto a escribir y que la sorprendió con varios relatos escritos a mano después de un periodo de descanso.
Juan, uno de los pocos hombres que participaron, escribió sobre la historia de su padre que había sufrido la represión franquista y la cárcel como consecuencia de una denuncia de dudosa justificación por parte de un vecino.
Cabe destacar también el carácter didáctico de este taller, en el cual se les ha explicado de una forma teórico-práctica los distintos tipos géneros escritos y se les ha introducido al conocimiento de escritoras canarias como Mercedes Pinto, y otras no tan conocidas como la polifacética Josefina de la Torre o la norteamericana Lucia Berlin. “Para mí también ha sido muy gratificante dar a conocer el trabajo de estas mujeres y reivindicar el lugar que les corresponde en la historia”, manifiesta Felicidad Batista, que también es escritora, y recientemente ha sido premiada por sus relatos en países como Chile o Argentina.
Gracias a esta experiencia se han recuperado historias olvidadas que ahora saldrán a la luz en una recopilación de relatos editados por el Ayuntamiento. “Es un patrimonio oral que hemos rescatado y al que pretendemos darle continuidad” afirma la concejala de Igualdad, Ángeles González, a la vez que añade que “desde el principio quisimos contar con todos los colectivos sociales del municipio, especialmente los de la tercera edad y asociaciones de mujeres, quienes manifestaron también su inquietud por la pérdida de comunicación entre unas y horas generaciones.
La actividad también ha contemplado salidas organizadas por la concejalía junto a las asociaciones de mujeres del municipio a diferentes lugares de la isla como el Jardín Sitio Litre en Puerto de la Cruz, donde desarrollaron su actividad pensadoras, artistas y escritoras desde el s.XVIII, tal es el caso de Agatha Christie.
El área de Igualdad, en colaboración con la asociación Revolotearte, prepara ahora la segunda fase de este taller, con un enfoque más centrado en la expresión a través de la interpretación y del teatro y que se encuentra abierto a la participación de cualquier persona interesada.