La Concejalía de Transporte organiza también un curso de inglés para mejorar la comunicación con los turistas.
El Ayuntamiento de Guía de Isora organiza un cursillo de atención al cliente y la motivación en el taxi destinado a los profesionales del municipio. Las clases comenzaron el miércoles 26 de junio en el edificio anexo del Centro Cultural de Alcalá, presentadas por la concejal de Transporte, Carmen Alicia González.
Los objetivos de este curso de diez horas de duración se enfocan hacia la mejora y aplicación de habilidades sociales. Cortesía, positividad, empatía o la disponibilidad para atender y ayudar a los clientes son parte de estas habilidades que se potencian a lo largo de la formación promovida por el Ayuntamiento.
Los taxistas isoranos, que deben asistir obligatoriamente a este cursillo gratuito, se han dividido en dos grupos y posteriormente complementarán esta formación con otro curso de inglés básico, en el que solucionarán las dudas más frecuentes que se les plantean en su trabajo cotidiano con los turistas y recibirán nociones fundamentales sobre el alfabeto, los números cardinales y ordinales, saludos, el tiempo meteorológico, expresiones habituales o vocabulario.
La Concejalía de Transporte asume el coste de estos dos cursos intensivos, que en total asciende a los 2.400 euros, y que se han organizado con el fin de que el sector del taxi isorano mejore la atención a los clientes y se habitúe al uso del idioma inglés.
Esta nueva iniciativa se suma a otras medidas de modernización que el Ayuntamiento isorano ha implementado en el sector del taxi a lo largo de los últimos años. En 2008, toda la flota se conectó a un sistema de gestión integral por GPS que contó con una subvención municipal de 20.000 euros.
El primer taxi homologado y adaptado para discapacitados de la comarca sureña comenzó a funcionar en Guía de Isora en 2005 y en el año 2003 los taxis del municipio instalaron tres sistemas de protección contra atracos que utilizaban también el GPS, una mampara divisora y una luz roja exterior como señal de alarma.
Con anterioridad, en el año 2000, los taxistas instalaron el primer sistema informático del sur de Tenerife y también fueron pioneros en Canarias en adoptar un uniforme para todos los trabajadores isoranos del taxi en 1998.