El sector audiovisual canario encuentra oportunidades para crecer en el Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora.
El cine que se rueda o se produce desde Canarias, con participación canaria, puede abordar con la misma calidad una película documental que se alimente de las historias de las gentes y los hechos de las Islas o una que salte las fronteras del Archipiélago y se fije en sucesos y personajes de otros lugares del mundo. “¿Por qué no?” fue la respuesta que dio Laura González, de la productora canaria elviajefilms a alguien que le preguntó por qué habían decidido participar en la coproducción de la película Las carpetas (74´ / 2012 / Puerto Rico, España), que dirige la puertorriqueña Maite Rivera Carbonell y que participa junto a otros tres documentales en el concurso canario de la séptima edición de MiradasDoc.
“Lo que importa son las historias, el trasfondo y la universalidad de esta película”, que presenta casos de persecución política en Puerto Rico. “Da lo mismo que sea en Puerto Rico”, señaló González, “en este caso lo que prima es la historia y es la actualidad del tema que estamos tratando y también la intención de llevar al público a pensar un poco más allá y que a lo mejor esto puede estar sucediendo en cualquier parte del mundo”.
La respuesta de una de las productoras de Las carpetas sobre su decisión de participar en una aventura internacional demuestra la madurez del sector audiovisual canario, que cada año muestra una presencia creciente en MiradasDoc, a medida que se alimenta de las distintas secciones del Festival para enriquecerse y para asumir las consecuencias de su propio proceso de crecimiento: salir de un entorno “tan pequeño”, como lo califica el director grancanario David Delgado, para poner su mirada en historias y personajes de otros lugares del mundo, o para entrar a un mercado internacional en el que ofrecer los documentales hechos en Canarias en las mismas condiciones que películas procedentes de otras partes del mundo.
“Lo que hemos visto demuestra la evolución y el enriquecimiento que se está produciendo en el documental canario”, aseguró Sebastián Álvarez, productor ejecutivo del Volcano Films, que forma parte del jurado del concurso canario junto a la directora de la Filmoteca Canaria, María González-Calimano, y al jefe del Departamento de Actividades Audiovisuales de TEA (Tenerife Espacio de las Artes), Emilio Ramal. Álvarez destacó también la gran variedad de formatos, montajes y contenidos de las películas de realizadores canarios de esta edición.
Los tres expertos coincidieron en destacar la labor de MiradasDoc por la formación, la promoción y la creación de cine de realidad en el Archipiélago y llamaron la atención sobre “el gran esfuerzo que está realizando en la promoción del cine documental” y por “abrir el camino a los audiovisuales canarios” más allá de la Islas.
“Una de las cosas por la que hicimos nuestra película fue por estar el año pasado en MiradasDoc”, la frase es de Fernando Alcántara, codirector del corto Caballo de mar (10´/ 2012/ España) junto a Iñaki Gaztañaga, que participa en el concurso al mejor documental canario en la séptima edición de MiradasDoc. Alcántara menciona como uno de los estímulos para el trabajo de ambos el haber vivido “el ambiente de la sexta edición”, en la que tuvieron la oportunidad de participar en el taller DocExprés, a cargo de Roberto Lucas.
La experiencia con Roberto Lucas y con el resto de estudiantes de Comunicación, Imagen y Sonido —de los IES de La Guancha y César Manrique (Tenerife) y del Politécnico de Las Palmas— sirvió de impulso: “allí nos proponían sobre todo la capacidad de contar una historia sin ningún tipo de recursos, sin ningún tipo de producción, sin que nadie nos ayudara”, explicó Fernando Alcántara a una de sus compañeras de taller en 2011, que asistió a la proyección de su corto documental en la edición de 2012 sorprendida y contenta de haber visto los frutos del taller de forma tan inmediata.
Para David Delgado San Ginés, director de Stipo Pranyko con cuadros blancos (66´/ 2011/ España), el anuncio a principios de este año de la posible suspensión de MiradasDoc fue “una pequeña tragedia personal”, porque contaba con presentar a la selección de este año su primer documental de creación, en el que presenta al artista Stipo Pranyko en un momento íntimo y enriquecedor en Tahíche, Lanzarote. Así fue finalmente: la séptima edición de MiradasDoc se mantuvo, envió el documental y fue seleccionado para participar también en el concurso canario.
“MiradasDoc ha estimulado que el autor canario se decante por el documental y que busque otras fórmulas expresivas, otras formas de mirar”, dijo David Delgado. Para ambos realizadores, también seleccionados con sus películas para participar en MiradasDoc Market, la oportunidad de entrar en un mercado internacional “es muy importante”, dijo Delgado, porque aporta mucho a quienes trabajan el audiovisual “en un sitio cerrado como el nuestro”.
En MiradasDoc Market, David Delgado dejó abiertas algunas puertas, dos “directas”, con compradores asistentes al mercado, y una “indirecta”, a través del representante de la RAI, la televisión pública italiana, que le hará un enlace con el canal cultural de su propia cadena. Fernando Alcántara está contento de su paso por el mercado; aunque el formato de su documental es difícil de encajar en televisión, “me he presentado y he hecho buenos contactos”.
La creatividad y la decisión para experimentar es algo que comparten estas dos producciones con el corto de Juan Alfredo Amil, director de Soy un héroe (8´/ 2011/ España). Para Amil, la película exhibida en MiradasDoc este año es su primera incursión de su director en el cine documental y experimental. Rodada con un teléfono móvil, la película señala al ser humano como un héroe que aún no se ha dado cuenta de que el verdadero villano, su rival más peligroso, es lo que le rodea: la vida. “Estoy jugando con un estilo dinámico a base de muchos planos: siempre busco eso, un gusto en el cine de Scorsese y otros directores que rompen estéticamente con la velocidad, con el ritmo”.
Amil tenía “la frustración” de que hasta ahora “todo el material que tenía era de ficción y no podía entrar en MiradasDoc”. Ahora su intención es compaginar ficción y documental y ya tiene dos documentales en fase de desarrollo, un corto y un largo y tiene interés en “explorar” el terreno de los documentales deportivos.
La situación del sector en Canarias “es preocupante, igual que a nivel nacional”, dijo David Delgado, que subraya como factor determinante el “ser un espacio pequeño”, a lo que ahora se suma la crisis: “nos encontramos en la cuerda floja y estamos compaginando con otras actividades”. El sector creativo, recuerda el realizador grancanario, “necesita de un empuje, una ayuda para el inicio o para el final del proceso”.
La cuota de ayuda para repartir ya era pequeña antes de la crisis, “pero para los que nunca hemos tenido la fortuna de tener contactos, gente que se mueva por nosotros, productores… hay un entrenamiento previo de trabajar en la pobreza; lamentamos la situación por la generalidad, pero no porque nosotros perdamos”. Lo que esta edición de MiradasDoc demuestras es que en el sector audiovisual canario sí sigue latiendo “nuestra necesidad de contar historias, contar una historia madura y seria”, explicó Fernando Alcántara.