Esta joven isorana se convertirá, con 27 años, en la primera fiscal del municipio. Tras cuatro años de preparación ha aprobado las pruebas de acceso a la carrera judicial, una oposición a la que se han presentado cuatro mil personas.
Olga Méndez se crió en una familia en la que la educación es sinónimo de libertad e independencia, y eso ha marcado su trayectoria. Con un expediente brillante, esta joven isorana ha aprobado – y con buena nota- las pruebas de acceso a la carrera judicial y fiscal, celebradas en el Tribunal Supremo, en Madrid.
La noticia llegaba coincidiendo con su 27 cumpleaños y Olga no podía ocultar su emoción. “Me siento afortunada por el simple hecho de haber podido hacer la oposición”, explicaba con una mezcla de entusiasmo y alivio, a través del teléfono. ”Es un proceso duro, muy estricto, sin apenas tiempo libre para ti, ni para tu familia. Todos se van adaptando a tu ritmo, a tus horarios de comida y de sueño…hasta tus amigos se ponen de acuerdo para celebrar sus cumpleaños el sábado, que es tu único día libre”, relata la joven quien, pese a todo, afirma que nunca dudó de la decisión que había tomado.
“Los opositores nos convertimos en seres especiales. Todo nos molesta, pero también te das cuenta de que la oposición no la estás haciendo tú sola, sino que tienes toda una red de apoyo detrás de ti”. En estos cuatro años de proceso Olga residió en Santa Cruz, cerca de sus preparadores, y fue durante este tiempo cuando comenzó a valorar la opción de ser fiscal, en lugar de jueza, como había pensando inicialmente. “También me influyó que el Fiscal jefe del Tribunal Supremo, Luis Navajas, me diera algunos consejos. Tras evaluar mi examen, me explicó su trabajo y me animó a decidirme por esta opción”.
Tanto Olga como su hermana, María, recibieron una educación basada en el esfuerzo. Su padre, Jorge Méndez, llegó desde La Palma a Guía de Isora en los años 70 para ejercer de profesor de lengua en La Academia. Fue el primer director del instituto de Guía de Isora (hoy Manuel Martín González) y años después se convertiría en director territorial de Educación. Más tarde, en Inspector Jefe de Educación del Gobierno de Canarias.
“En mi casa el lema era ‘libres e independientes’, y eso es lo que les he transmitido a mis hijas”, afirma Olga Alonso en su oficina de Ferroisora, donde trabaja de administrativa desde hace años en el negocio familiar fundado en 1958 por su padre, Don Bernardo. Olga se define como una madre práctica, “ambas han elegido lo que querían hacer y se han mostrado firmes, pero si hubieran decidido optar por otro camino, o en el caso de Olga, abandonar un proceso tan duro, también la habríamos apoyado en esa decisión. Cuando salió de la prueba, mi marido y yo pensamos lo mismo: la angustia de estos cuatro años, había desaparecido en un segundo”.
La mayor de las hermanas consiguió cumplir su sueño, como también lo está haciendo María, que a sus 23 años tiene ya el grado en Administración y Dirección de Empresas y acaba de regresar de cursar una beca con la empresa pública Proexca en Miami.
Para Olga continúa ahora el proceso. En enero se irá a la escuela de estudios fiscales en Madrid y tras 4 meses de prácticas en juzgados, le tocará elegir el destino para ejercer.