Youlian Tabakov: “Tzvetanka en realidad es la historia de mi país, Bulgaria”

El documental se exhibe este lunes en MiradasDoc.

_mg_7364_youlian_tabakov_director_de_tzvetanka_se_dirige_al_publico_asistente“Arderé en mi sueño, nunca realizado”… la frase, recitada por la voz clara de una mujer mayor anuncia al público de la película Tzvetanka desde el comienzo de la proyección lo que podrá encontrar en los siguientes 60 minutos: la historia de un sueño inconcluso, de un destino frustrado, narrado de la forma más poética que se pueda imaginar.

Tzvetanka es la historia de una mujer que ha sobrevivido durante tres épocas de la historia moderna de Bulgaria: monarquía, comunismo y democracia. Su vida es como la vida de muchas otras personas, es como el país mismo”, así reza la síntesis con la que llega hasta el catálogo de MiradasDoc, el Festival Internacional de Cine Documental de Guía de Isora, que se celebra hasta el próximo 9 de noviembre en este municipio del sur de Tenerife.

Lo explicó este sábado el director de la película, Youlian Tabakov, en el encuentro que mantuvo con el público de MiradasDoc tras el primer pase de su documental: “presento la película como la historia de mi abuela, pero en realidad se trata de la historia de mi país”. Y así aparece Bulgaria en la cinta, una sociedad que aún espera la realización de un sueño que ya no será, en la que también ha quedado frustrada la última esperanza, nacida tras la caída del régimen comunista, el 10 de noviembre de 1989: “una gran nada”, dice Tzvetanka. La película vuelve a proyectarse este lunes 4 de noviembre, a las 20:00 en la sala 2 del auditorio de Guía de Isora.

Tzvetankaes un documental singular, realizado con un lenguaje poético en el que las imágenes son metáforas visuales que “subrayan las frases” de la protagonista, la propia Tzvetanka Vasileva Gosheva, que llena la pantalla con su delicada presencia y una fragilidad física tan evidente como su fortaleza moral.

Después de que la II Guerra Mundial y la incorporación de Bulgaria al bloque del Este cambiará el destino de esta mujer, nacida en una familia adinerada. Por fin, en los últimos momentos de su vida, Tzvetanka consiguió realizar su sueño infantil: participar en una película, la que toma su nombre y su historia para convertirla en una alegoría del destino de su país. Para Tabakov, la experiencia de rodar con su abuela también fue muy significativa, porque “acabamos siendo más amigos, y eso ha sido muy válido para mí”, aseguró ayer en MiradasDoc.

Una banda sonora que conmueve, un sonido cuidado de forma excelente, porque “una buena imagen con un mal sonido acaba siendo una mala imagen, pero una mala imagen puede salvarse si el sonido es bueno” –explicó Tabakov– y unas imágenes cargadas de simbolismo, empleadas para apoyar la narración referida a los momentos históricos o a conceptos más abstractos, según detalló el realizador, culminan un trabajo exquisito que el pasado sábado provocó entre los asistentes al primer pase un reconocimiento sentido al concluir el coloquio: “Gracias por esta joya”.

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